Hubo una vez...
En los tiempos en los que nuestro país estaba en medio de una nueva turbulencia…eran tiempos de cambios, se rompía una dictadura y se intentaba una joven e inexperta democracia.
No recuerdo que pensáramos en echar las culpas a nadie de la situación del país, ni pensamos que lo mejor era huir a otro lugar, donde tuviéramos más oportunidades y se nos respetara más.
Pensamos que lo que había que hacer era cambiar lo que era nuestro y lo conseguimos.
Yo me siento orgullosa de pertenecer a aquella generación, hicimos valer nuestros derechos hasta cuando eso era ilegal y al fin, tuvimos un país más libre y justo.
Pero es el momento de cambiar de nuevo...nos vamos a dedicar a llorar y buscar culpables o huimos a otros países.
Me niego a pensar que esta generación va a dejar que unos cuantos cambien nuestras vidas (sin que se les remuevan las tripas), con la disculpa de poseer “el poder”, nuestro poder, los políticos, banqueros y demás están a nuestro servicio, les pagamos nosotros y están ahí por nuestra voluntad, nuestro dinero y desde luego por nuestros errores.
Cuando algo no funciona se cambia no se llora y se huye.